La carboxiterapia consiste en la aplicación de dióxido de carbono en el cuerpo para que el cuerpo comience a segregar catecolaminas, serotonina e histamina. Todos estos neurotransmisores consiguen que el tejido subcutáneo se relaje favoreciendo la dilatación vascular.
El procedimiento que se sigue es la aplicación de inyecciones de gas por debajo de la piel para eliminar las marcas que generan la celulitis y las estrías. De esta manera, los resultados de la carboxiterapia son un aumento del torrente sanguíneo y una oxigenación mayor de los tejidos de la zona tratada.
A su vez, esto consigue que mejore la circulación sanguínea, lo cual hace posible eliminar la celulitis de las piernas y glúteos. Pero, además, mejorará notablemente las marcas de estrías y cicatrices. En definitiva, este tratamiento consigue que todos los tejidos presenten una firmeza mayor haciendo que la piel luzca más tersa y rejuvenecida.